sábado, 25 de febrero de 2023

Emergencia Sanitaria

Esto es solamente un descargo, una observación.
Para quienes no lo saben, esta semana un camión volcó en Acceso Oeste, altura Ituzaingó, y desató una nube tóxica que dejó a 50 vecines con problemas respiratorios acudiendo a guardias sanitarias.
La nube tóxica, según las primeras conjeturas (aún no hay confirmación, y hay sospechas al respecto) basadas en la declaración de la empresa responsable del camión en cuestión, se debía a que la carga era de herbicidas. 
Esta noticia podría ser una más del montón de malas noticias que leemos y escuchamos diariamente, y tal vez lo sea. 
Pero, claro, no todos los días vemos de cerca, en el medio de la ciudad, los efectos nocivos del veneno que le tiramos a la tierra, la que nos da los alimentos.
Quizás no hagan falta tantas palabras, simplemente imaginemos que si un camión vuelca y un municipio debe declarar emergencia sanitaria, ¿qué pasará en los pueblos del interior que ven pasar las avionetas constantemente? Sí, noticias al respecto tenemos; y tal vez conozcamos personas que viven en primera persona todas esas consecuencias horribles. Ahora, con la noticia de que esto sucedió entre nuestros monstruos de hormigón, tal vez lo podamos dimensionar un poco más.
Demos los primeros pasos, devolvamos la salud a la tierra, consumamos alimentos que salgan de esa lógica horrenda que tanto predomina.

viernes, 24 de febrero de 2023

NODO MATA DELIVERY

Hace unos 10 años empezamos a escuchar que algún amigo compraba bolsones de verdura directo del productor por canales nuevos. Se lo traía un amigo a la casa, lo iba a buscar a algún centro cultural, se juntaban a entregarlos en alguna plaza, algo nuevo nacía.

Los bolsones de verdura fueron ideas que surgieron cuando las organizaciones sociales empezaron a pensar en conjunto con productores hortícolas como podían comercializar su producción de una manera más interesante, más democrática, más justa.

Hasta ese momento todo era mercado. Camiones con vínculo directo con puesto en los mercados de concentración que llegaban a las quintas y se llevaban la verdura a lo que valía ese día y a pagar cuando ellos quisieran. Un esquema de dependencia absoluto, donde los quinteros no tenían opciones. 

La verdura no se puede stockear, por si hace falta aclararlo. Si no se la llevaba el camión del mercado, quién sino ?

Y a alguien se le ocurrió el bolsón. Por qué un bolsón ? Porque daba la flexibilidad justa para meter lo que la tierra iba dando cada semana en función de los climas, de las estaciones y del grado de vida de cada terreno. Porque permitía que varios productores se juntaran y cada uno aportara una o dos variedades. Porque así fuimos animando a los consumidores a probar verduras que nunca antes habían elegido. Con todos los beneficios nutricionales, logísticos y creativos que tiene la idea.

Por cierto una gran idea. Pero cómo hacíamos para entregarlos en una cultura donde el delivery cubre cualquier necesidad ? El delivery resuelve la falta de tiempo, las dificultades de tránsito, los horarios, las inclemencias climáticas. 

Resuelve todo menos el encuentro.

El mismo encuentro que el bolsón promovió entre quinteros, entre variedades de verdura y consumidores sorprendidos, entre organizaciones sociales que fuimos intentando lo mismo. Ese mismo encuentro se fue gestando a la hora de entregar los bolsones.

No queríamos delivery, queríamos encontrarnos. Tomarnos unos mates, saber de dónde venía la verdu, entender que se puede hacer con el kale, qué catzo es el romanesco, como revivir la rúcula en verano, etcétera, etcétera.

Y así nacieron los nodos.

Hoy entendimos que la opción de delivery no debemos regalársela al capitalismo. Porque no tenemos nodos en cualquier zona, porque hay gente que realmente no puede acercarse por limitaciones físicas o por cuestiones laborales, y porque hay conciudadanos que puede no interesarles aun el encuentro.

Decidimos habilitar la opción de delivery en paralelo a los nodos.

Pero queríamos dejarlo claro para todos. En el Mas Cerca, NODO MATA DELIVERY.


martes, 14 de febrero de 2023

AGUANTE EL BOLSÓN SORPRESA

 Fue allá por el 2010 que empezamos a escuchar la oferta de bolsones de verdura. No se hablaba de agroecología aún, pero algunas organizaciones nos empezaban a proponer que trajéramos verdura directa de las quintas en formato bolsón (?). 

Algo nuevo, entre 5 y 10 kg de variedades rotativas de verdura que no podía asegurarse con gran precisión cuáles iban a ser, apelando al descubrimiento individual de los poderes nutricionales y de sabores que porta el mundo hortícola.

Los quinteros del Gran Buenos Aires cansados de que los camiones de los mercados mayoristas les compren lo que querían, al precio que se les cantaba, pagando con absoluta irregularidad, empezaron a aceptar la idea a través de organizaciones que fomentamos algo muy simple: conocernos, cumplir con los pagos y contarle a quien compra el bolsón de dónde viene la mercadería.

El productor empezó a descubrir que este mecanismo le permitía vender un volumen significativo a precios mejores que el mercado y que podía incluir con flexibilidad diferentes variedades en el bolsón. La misma flexibilidad con que la naturaleza va proveyendo, esto le permitía tirar menos, no clavarse con alguna sobre-producción de variedades muy abundantes y de paso, cada vez más gente fue conociendo el marginado mundo de los cordones hortícolas que nos dan de comer a tanta gente en condiciones muy mejorables.

Detrás de esos bolsones hay largas familias de compañeros mayormente bolivianos que en el último tiempo vienen migrando masivamente a la producción agroecológica abandonando las recetas llenas de químicos que las empresas intentaron insertar como fórmulas mágicas para minimizar riesgos y aumentar la productividad. Vuelven a reconectar con saberes ancestrales. Con eso que hacían sus abuelos en Bolivia y que ellos de pequeños pudieron observar mientras jugaban entre surcos.

Cada vez que pedimos un BOLSÓN SORPRESA, recordemos que todo esto está detrás. Una herramienta creada desde las bases populares intentando darle al quintero la flexibilidad que necesita con un ciudadano abierto a lo que la naturaleza va ofreciendo, en función del clima y de lo que necesitamos para cada estación del año. Atrás de los bolsones hay una mejor forma de vivir, con mas conexión con nuestra salud y con la naturaleza, aliviando la presión financiera que ejercen los mercados sobre los pequeños productores.

Si fuimos nosotros mismos los que permitimos que se lucre con el alimenta a través del poder que fuimos delegando en los mercados, seamos nosotros también los que sigamos desarrollando alternativas comerciales inteligentes que nos saquen de la resignación absoluta en que hace tantos años que estamos sumergidos.

AGUANTE EL BOLSÓN SOPRESA

CONCURSO QUEREMOS QUE CONOZCAS

C ONCURSO QUEREMOS QUE CONOZCAS   Objetivo : fomentar una mayor interacción con compradores frecuentes del proyecto a través de distintas es...